ENRIQUE JARDIEL PONCELA
El libro del convaleciente es una muestra variadísima de las múltiples dotes literarias que han hecho de Enrique Jardiel Poncela el autor de literatura de humor por excelencia en español y uno de los más traducidos. Una línea uniforme nos lleva por todas las páginas de este libro: la humorística, con todas sus facetas y en todas sus formas. Inyecciones de alegría es el subtítulo de esta obra, y, en efecto, su lectura lleva al ánimo la tonicidad, el alivio y el aliento placenteros, que son frutos de la alegría. El autor declara que ha querido poner un rayo de luz en las horas grises, melancólicas, de enfermos y convalecientes, pero ya se comprende, querido lector, que tal beneficio no puede quedar limitado a estos.
Enrique Jardiel Poncela fue uno de los escritores españoles más rupturistas de la primera mitad del siglo XX. Dramaturgo, novelista y guionista, conoció a Manuel Machado, quien le animó en su vocación, y a Ramón Gómez de la Serna que ejerció una gran influencia personal y literaria sobre él. Su obra, relacionada con el teatro del absurdo, se alejó del humor tradicional acercándose a otro más intelectual, inverosímil e ilógico, rompiendo así con el naturalismo tradicional imperante en el teatro español de la época, lo que le supuso no pocas críticas. A esto hay que sumar sus posteriores problemas con la censura franquista. Sin embargo, el paso de los años no ha hecho sino acrecentar su figura, y sus obras siguen representándose en la actualidad, habiéndose rodado, además, numerosas películas basadas en ellas. De su producción teatral destacan Una noche de primavera sin sueño (1927), Angelina o el honor de un brigadier (1934), Cuatro corazones con freno y marcha atrás (1936), Eloísa está debajo de un almendro (1940) y Los ladrones somos gente honrada (1941). Entre sus novelas más destacadas figuran Amor se escribe sin hache (1929), ¡Espérame en Siberia, vida mía! (1930) y La «tournée» de Dios (1932).