La Hiperbórea de Clark Ashton Smith es un continente primigenio, cuya concepción debe tanto a los antiguos griegos como a los escritos de Madame Blavatsky. El ciclo se desarrolla entre el Mioceno y el Pleistoceno y tiene como objetivo, en palabras del autor: «la creación de una atmósfera sobrenatural, extrahumana; los actores reales son las terribles fuerzas arcanas, las esotéricas malignidades cósmicas». En los presentes relatos, Smith desgrana todas las facetas posibles de la vida desde una perspectiva fantástica y con una evidente comicidad: hechiceros en busca de conocimientos ocultos que solo el sacrificio a un dios monstruoso puede otorgar, prestamistas cuya codicia los empuja a las fauces de una muerte terrible, poetas enamorados de mujeres etéreas cuyo contacto puede ser letal, verdugos y fuerzas del orden impotentes ante el avance de un caos incomprensible o arrogantes nobles que reciben curas de humildad tan terribles como fútiles.
Clark Ashton Smith (1893, Long Valley, California/Pacific Grove, California, 1961) fue un artista especialmente dotado: poeta, pintor, escultor, pero, sobre todo, gran escritor de fantasía, por lo que es mundialmente conocido. De familia humilde, sus padres se dedicaban a criar aves de corral y desde joven tuvo que realizar multitud de trabajos para sacar adelante la modesta economía familiar. Este hecho le dificultó durante años su vocación de escritor y artista. Todavía durante los años treinta, cuando escribía para las revistas populares, ponía mucho empeño y dedicación porque tenía que mantener a sus ancianos padres. Actitud muy diferente de la de Lovecraft, que siempre mantuvo esa pose de diletante a pesar de sus escasos recursos económicos. La mayoría de los cuentos de Smith se unen en diferentes ciclos temáticos. Los más destacados son: Zothique (mundo que se desarrolla en el futuro), Hyperbórea y Atlantis-Poseidonis (continentes en los albores de la humanidad) y Averoigne (provincia inventada de una Francia antigua).