Es primavera en Florencia y todos los que rodean al comisario Guarnaccia parecen estar enamorados, hasta su propio hijo. El comisario está trabajando en el caso de una mujer asesinada que no parece presentar especiales problemas. Ni padres afligidos, ni relaciones con políticos o gente influyente, ni presiones de los medios informativos. Realiza !a investigación a pocos pasos de su casa, en los Jardines de Bobo¡¡, detrás de la comisaría del Palazzo Pitti, y en el barrio de los artesanos, donde conoce a todo el mundo y todo el mundo le conoce a él. Y se fían de él, hasta que acusa a uno de ellos... A raíz de eso todo cambia. Se comete otro asesinato y Guarnaccia se echa la culpa. El caso es uno de los más duros con los que se ha enfrentado. Agobiado por la culpa, ya no es capaz de confiar en su propio instinto..., pero tiene que aprender a hacerlo antes de descubrir la verdad.
