Fue en un apartamento lu´gubre de Vanves, durante su exilio france´s, donde Tsvieta´ie-va escribio´ el presente texto, que relata el encuentro de la pequen~a Marina con el dia-blo en la habitacio´n de su hermana, don¬ de se refugiaba para leer libros prohibidos. Con una prosa burlona, ora exaltada, ora ge´lida, pero siempre hechizante, la poeta relata el despertar de su fascinacio´n por las palabras, encarnadas en la figura del dia-blo, que su implacable mirada transforma en una criatura tan temible como seduc-tora. Una extraordinaria evocacio´n li´rica de la infancia y de la gestacio´n de un genio literario irrepetible.
Marina Tsvietáieva (Moscú, 1892 ? Yelábuga, Tartaristán, 1941) fue una poeta precoz, inclasificable, un espíritu libre que se negó a constreñir su arte a definición alguna. Vivió en Rusia hasta 1922, año en que se exilió, primero en Bohemia y luego en Francia. En 1939 volvió a la Unión Soviética, donde dos años más tarde, condenada al ostracismo, puso fin a su vida.