Adentrarse en la personalidad y en la producción artística de Jean Cocteau (Maisons Lafitte 1889 - Milly-la-Forêt 1963) significa vivir dentro de un sueño que, de pronto, se convierte en realidad. Él mismo se definió: soy la mentira que dice siempre la verdad. El trabajo fue el verdadero opio de Jean Cocteau, y su secreto artístico, pesado y grave, continúa dormitando en una recámara de difícil acceso. Injustamente acusado de diletante, detrás del cínico poseur se percibe el semblante
sufriente de un poeta trágico cuyo arte poliédrico está conectado con la misma esencia. Este año 2013 se cumple el cincuenta aniversario de la muerte del Príncipe de
los Poetas, valga su onomástica para hacer aún más relevante la edición de Le cordon ombilical, redactado en Marbella en 1961, donde Cocteau efectúa comentarios fulminantes de figuras como Picasso, Diaghilev, Stravinsky, Unamuno, Chaplin, Jean Marais, Panamá Al Brown, Edith Piaf, entre otros, y sobre todo, donde define a nuestro país como un poeta y reflexiona sobre el flamenco y los españoles.
ALFREDO TAJÁN,
El cordón umbilical, un diario agónico.
Jean Cocteau (Maisons-Laffitte,
1889-Milly-la-Forêt, 1963), poeta, novelista, director de cine y ensayista, fue uno de los intelectuales franceses más destacados del siglo XX. Entre sus obras pueden destacarse Los niños terribles, El secreto profesional, Opium, La voz humana o Vuelta al mundo en 80 días.