CAMILLERI, ANDREA
En los pedregosos aledaños de Pizzutello, la lluvia ha devuelto a la luz un cadáver con signos de haber sido ajusticiado por traición. Sin huellas dactilares y con el rostro desfigurado, las características no se corresponden con las de ningún desaparecido. Y cuando Mimì Augello insiste de forma muy extraña en hacerse cargo del caso personalmente, las alarmas de Montalbano se encienden. Pese a que los molestos achaques de la edad lo tienen algo embotado, su infalible instinto lo lleva a no ceder las riendas y seguir adelante sin bajar la guardia. O tal vez el mejor estímulo sea la aparición en escena de Dolores Alfano, una mujer atractiva y seductora que denuncia la desaparición de su marido, de quien dejó de tener noticias poco antes de que embarcara hacia Sudamérica. Así, de manera gradual y casi imperceptible, dos casos en apariencia distantes empiezan a mezclarse, y Montalbano deberá devanarse los sesos y valerse de todo su ingenio para desvelar la trama oculta de una traición insospechada.
En esta decimoséptima entrega encontramos a un Salvo Montalbano con cierta tendencia a la misantropía, cada vez más entregado a sus momentos de soledad y a esos diálogos con su otro yo, que por una parte lo agotan y por otra le señalan el camino. Engañando a quien lo engaña, rebatiendo falsedades con nuevas falsedades, al final el verdadero temple del comisario resurgirá cuando renuncie a la gloria por lealtad a quienes ama. Quizá la vida no sea tan absurda, después de todo.
El campo del alfarero, o campo de sangre, es el lugar que compraron los sacerdotes, a fin de dar sepultura a los forasteros, con las treinta monedas de plata que Judas arrojó al suelo del templo antes de ahorcarse, desesperado por la magnitud de su traición.*
*según el Evangelio de san Mateo
Andrea Camilleri (Porto Empedocle, Sicilia, 1925) publica a súa primeira novela, Il corso delle cose, no ano 1978, cando xa pasaba dos sesenta anos. A partir daquela, a súa obra non deixaría de medrar en títulos e en aceptación entre os lectores de todo o mundo. Á parte das novelas do inspector Montalbano, entre as que se pode salientar La forma dell'acqua (1994), Il cane di terracotta (1996) e La voce del violino (1998, Premio Flaiano), é autor dunha obra narrativa ampla, pola que obtivo o Premio Vittorini con Il birraio di Preston e o Premio Elsa Morante con La mossa del cavallo. Actualmente vive en Roma, onde imparte clases na Academia de Arte Dramático. Durante corenta anos foi guionista e director de teatro e televisión.