ESTUDIO PRELIMINAR
1. Literatura, política, historia
2. El caballero encantado y Teodosia Gandarias
3. Miseria de la crítica
4. Cervantes y otros clásicos
5. ¿Novela, teatro? y el cine
6. Una realidad inverosímil
7. El subconsciente
8. Regeneracionismo
9. Educación
10. El 98
11. Contra la Restauración
12. Revolución y «utopía». Mañana, la libertad
BIBLIOGRAFÍA
A) Historia y sociedad
B) Literatura
NOTA PREVIA
CUADRO CRONOLÓGICO
EL CABALLERO ENCANTADO (CUENTO REAL INVEROSÍMIL)
I. De la educación, principios y ociosa juventud del caballero
II. Que trata de las amistades y relaciones del caballero
III. Donde se verá el interesante coloquio del caballero Tarsis con sus amigos
IV. Cuéntase la rigurosa desdicha del caballero, seguida de sucesos increíbles
V. Siguen los prodigiosos y disparatados fenómenos, hasta determinar lo que es final y principio
VI. Donde verdaderamente empiezan las verdaderas e inverosímiles andanzas del caballero encantado
VII. De la venida de don Gaytán de Sepúlveda, con otros inauditos sucesos que verá el que leyere
VIII. Prodigiosa y familiar conversación que tuvieron el caballero y la Madre desconocida
IX. Continúa el coloquio entre Gil y la Encantadora
X. De la blanda vida pastoril, pasa el caballero a vida más dura
XI. Donde brillan con toda claridad la ternura y discreción de la hermosa Cintia
XII. Del conocimiento que hizo Gil con el industrioso mercader Bartola Cíbico
XIII. Prosiguiendo en su vaga peregrinación, el encantado caballero va camino de Numancia
XIV. De la increíble presencia del espíritu de Becerro en las gloriosas ruinas, y de sus hechos y dichos
XV. De lo que vio y sintió el caballero en el osario de Numancia
XVI. Refiéranse nuevas aventuras y desventuras del caballero peregrino
XVII. De las extraordinarias visiones, y del feliz encuentro que tuvo el caballero en su retirada a Calatañazor
XVIII. Refiérese lo que el caballero vio y oyó en el mísero y olvidado lugar de Boñices
XIX. Donde se cuenta el terrible encuentro del caballero con un desaforado gigante, y cómo luchó con él y le dio muerte, con otros sucesos interesantes
XX. De cómo pasaron el caballero y sus amigos de la esclavitud de los Maitines a la no menos insolente y dura de los Gritones
XXI. Donde se verá cómo principió el espantoso vía-crucis y horrendo calvario del caballero sin ventura
XXII. Refiéranse, con el vía-crucis del caballero, las escenas de pobretería en el corral de Pitarque
XXIII. De cómo las picantes aventuras se vuelven dolientes y trágicas
XXIV. Allá van los peregrinos, de tierra en tierra, de río en río
XXV. Cuéntase lo que le pasó al caballero en la redoma de peces, con otros raros sucesos y visiones
XXVI. Del encuentro que tuvo Asur con otro aristócrata, y de lo que hablaron por señas previniendo su desencanto
XXVII. Con el desencanto de Asur terminan, por hoy, estas locas aventuras hispánicas
La desastrosa guerra de Marruecos, la Semana Trágica de Barcelona y la «conjunción republicanosocialista» de que Benito Pérez Galdós y Pablo Iglesias son copresidentes constituyen el marco concreto en que surge El caballero encantado (1909), producto de unas decisiones políticas, sociales y estéticas cada vez más alejadas de lo decimonónico. Con esta novela, Galdós ha roto de modo definitivo los esquemas tradicionales del viejo realismo y se adentra con firmeza en los ámbitos de la modernidad, anticipándose incluso a ciertos aspectos del ValleInclán de Luces de bohemia o de lo realmaravilloso. Y ello con una capacidad crítica más aguda si cabe y con la esperanza en un futuro español e hispanoamericano formado por «reinos descoronados» en que no habrá «tuyo ni mío».
Nacido en Las Palmas en 1843, se trasladó a Madrid para estudiar Derecho y comenzar su actividad periodística en La Nación y luego en El Debate. De la obra del autor más destacado y fecundo del realismo español, formada por 77 novelas, 22 obras de teatro y varios ensayos, sobresalen La Fontana de Oro y los Episodios Nacionales. Su espíritu liberal evolucionó hacia el socialismo humanitario y chocó con los medios eclesiásticos y conservadores que obstaculizaron su candidatura al Premio Nobel. Murió en 1920.