BOYLE, T.C.
California,1970. Un grupo de hippies pertenecientes a la comuna Drop Ciry definida por uno de ellos como «un campamento de verano sin monitores, donde la fiesta nunca termina», pasan el tiempo escuchando discos de Jimi Hendrix o Jefferson Airplane, criando cabras, sembrando calabacines en el jardín, practicando el arnor libre o eonsumiendo sustancias alucinógenas. Detrás de este rincón de meditación, paz y armonía, el lector descubre, poco después de sumergirse en los primeros capítulos, que Drop Ciry esconde los conflictos y fealdades propios del género humano. una joven quinceañera es violada en la comnna, un niño ingiere L S D mezclado en su zumo de naranja, disputas y escenas de celos se repiten entre parejas aparentemente abiertas pero decididamente rencorosas... T. C. Boyle ha escrito, como es frecuente en su obra, una novela emocionalmente compleja cuya trama se desarrolla con amenidad y soltura. Cuando los miembros de Drop City consiguen atravesar la frontera de Canadá alegando que son los Grateful Dead de gira promocional, el lector queda convencido de que Boyle es uno de los maestros del humor, así como un genio a la hora de diseccionar la realidad americana. Drop City nos ofrece un elegante y divertido fundido en negro de la era hippy.