TUCCI, NORBERTO
El zen no es una religión, se trata más bien de un hábito sano para la realización del ser humano, basado en conceptos filosóficos y prácticos y no en conceptos religiosos. El método del Zen y las historias zen, pasa más por desconcertar, excitar, intrigar y a veces hasta agotar al intelecto, para que el individuo se pueda percatar de que lo intelectual habla solo acerca de y así el individuo pueda ver claramente que la emoción es solamente sentir acerca de y no vivir. Es un espíritu aplicable a todas las religiones y creencias, no se preocupa en hacer ninguna abstracción, ni conceptualización, no tiene ninguna doctrina o filosofía especial, ningún credo, ni un dogma formal. El Zen es más una experiencia personal, que algo que pueda ser explicado con palabras e ideas. Su entendimiento sólo se logra a través de la experiencia individual. Las historias zen resultan a menudo de gran ayuda, para hacer al enemigo intelectual chocar contra un muro, tras lo cual, es más fácil que aparezca la felicidad y la iluminación. .