Si admitimos que el automóvil es una máquina gobernada por el cerebro de su conductor, y aun dando por hecho que éste controla sus reacciones bajo cualquier circunstancia, de nada valen la pericia y el conocimiento de las técnicas de conducción si su comportamiento al volante se ve alterado por circunstancias debidas a factores inesperados no tenidos en cuenta por él o minimizados como riesgos potenciales. ¿Reconocemos que el sueño, la fatiga, el estrés, la ingesta de alcohol, las drogas, la agresividad, la conducción violenta, los excesos de velocidad o la sobrevaloración de nuestras habilidades circulan en el sentido contrario a nuestra seguridad? ¿Sabemos que muchas de estas circunstancias están siempre presentes, viajan con nosotros, nos acechan de forma larvada y que, de pronto, pueden sorprendernos si no somos capaces de prevenirlas? Este libro ve la luz en un momento en el que España figura en cabeza de Europa en la siniestralidad del tráfico y una parte de nuestra juventud desaparece cada fin de semana para siempre, víctima de la más absurda de las muertes. Bajo ningún concepto podemos continuar permitiéndonos eso que el filósofo francés jeanFrançois Ravel ha calificado como «un suicidio al cuadrado». Divulgar la seguridad vial ha sido una constante a lo largo de toda la vida profesional del autor. En esta ocasión, una vez más, aporta con su experiencia alguno de esos conocimientos cuyo desprecio, unido a la falta de autocontrol, es, sin duda, la causa de tantas desgracias.
