Es ésta la obra que más fama dio en vida a su autor, Erasmo de Rotterdam (Rotterdam, 1469 Basilea,1536). Los Coloquios son una reflexión en clave de humor de los temas de mayor actualidad en aquel momento: «Sócrates hizo descender la filosofía del cielo a la tierra, yo la he introducido en los juegos, las tertulias y los banquetes», nos cuenta en la carta sobre la utilidad de los Coloquios. El autor ofreció a sus contemporáneos un texto que, dada su reputación, ejerció una influencia notable en las conciencias de los hombres de su época. «Erasmo se transforma en diversas personas, en diversos estados, condiciones y maneras de vivir, para poder hablar con todos y hacerse, con san Pablo, todas las cosas, para ganar, si puede ser, a todos» (carta de Virués al Guardián de Alcalá). El diálogo erasmista de inspiración socrática permite al autor examinar una y otra vez las cosas desde distintas perspectivas. Introduce diversos personajes los cuales nos dan una visión enriquecida sobre un mismo tema. Por el escenario de los Coloquios desfilan todos los personajes de aquella sociedad, lo que permite al rotterodamo hacer una reflexión sobre las costumbres y creencias del momento en clave de renovación religiosa.
Erasmo de Rotterdam (1469-1536) es el máximo exponente del Renacimiento europeo. Reconocido como pedagogo, orador y maestro de los humanistas cristianos, sus ideas son tenidas en cuenta en toda Europa. Ante la grave situación en que se encuentran la institución eclesiástica y el clero, siente la necesidad de reformar la Iglesia y apuesta por el regreso al cristianismo primitivo y a la lectura de las Sagradas Escrituras. Su ideario humanista propone la recuperación de los valores permanentes de la cultura grecolatina, la denuencia de la guerra y un apasionado compromiso con los principios del pacifismo. El amor es el eje de la doctrina erasmiana. Su mensaje propone un cristianismo esencial para exhortar a los cristianos no a creer menos, sino a creer mejor, a ser conscientes de lo que exige su fe, y en particular la caridad. Destacan las siguientes obras: Enchiridion Militis Christiani (1503), Encomion Morias-Encomion Stultitiae (1511), Querella Pacis (1516), Institutio Principis Christiani (1516), Consultatio de bello Turcis inferendo (1530), Institutio Christiani Matrimonii (1526) y La viuda cristiana (1529).