CONNINGTON, J.J.
La finca de Whistlefield es famosa por el laberinto vegetal que diseñaron sus primeros propietarios. Allí aparecen los cuerpos sin vida de Roger Shandon -el dueño de la heredad- y de Neville -su hermano gemelo y conocido abogado. Serán necesarias una mirada aguda y una inquebrantable profesionalidad, que el jefe de policía Sir Clinton Driffield posee en extraordinaria medida.
J. J. CONNINGTON (Glasgow, 1880-1947), seudonimo de Alfred Walter Stewart, dedico su vida, como investigador y docente, al estudio de la Quimica en distintas universidades. Sus novelas fueron admiradas por algunos de sus mas ilustres contemporaneos, como Dorothy L. Sayers o John Dickson Carr.