MADRID, FRANCISCO
El tipógrafo anarquista Anselmo Lorenzo, como tantos otros de su generación, se formó intelectualmente en las conferencias y debates que se celebraban en el Ateneo de Madrid, llamado por aquel entonces (segunda mitad del siglo XIX) Fomento de las Artes. Formó parte del primer grupo que se reunía periódicamente con Fanelli en las postrimerías del agitado año de 1868, que había visto el destronamiento de Isabel II y el inicio de una revolución más aparente que real. Con la formación del primer núcleo madrileño de la Internacional comenzaría su intensa vida de militante proletario. Por su carácter tolerante y conciliador se ganó las antipatías tanto de los núcleos más radicales de la organización internacional como de aquellos que se decantaron por las ideas marxistas, hasta el punto de que se vio obligado a abandonar la militancia y emigrar a Francia. Pero estos tropiezos, lejos de desalentarlo, afirmaron aún más su carácter; y tras su reingreso en la Federación de Trabajadores, en 1886, se dedicó en cuerpo y alma a la difusión de las ideas anarquistas. Se vio involucrado en el tristemente célebre Proceso de
Francisco Madrid (Barcelona, 1900-Buenos Aires, 1952). Periodista, dramaturgo, guionista y crítico de cine, traductor, narrador. Escribió tanto en castellano como en catalán, perteneció a la redacción de varios periódicos madrileños y llegó a ser vicedirector de La Voz. Alcanzó su consagración a través del periodismo de investigación y de reportajes seminovelados de los bajos fondos de Barcelona que agrupó en el volumen Sangre en Atarazanas (1926). También escribió obras de teatro que fueron representadas en salas de Barcelona. Aunque respaldó siempre la causa republicana, al estallar la Guerra Civil estuvo a punto de ser fusilado por un grupo de exaltados ácratas, quienes no le perdonaban sus ataques al anarquismo. Por tal motivo tuvo que marchar al exilio y establecerse en Buenos Aires, donde continuó sus labores periodísticas y dedicó una mayor atención al cine. Escribió los guiones de varios filmes, entre ellos La cabalgata de oro (1945), y publicó el ensayo Cincuenta años de cine, crónica del séptimo arte (1946), así como los estudios Genio e ingenio de don Miguel de Cervantes y La vida altiva de Valle Inclán, ambos en 1943.