CAMBA ANDREU, JULIO
Este libro, Alemania. impresiones de un español, fue publicado hace casi un siglo, en 1916, y no es más que un puñado de crónicas periodísticas sobre la Alemania de 1912, aunque también sea mucho más. La Alemania que retrató Camba ya no existe, en realidad ni siquiera existía ya cuando se publicó el libro en plena Primera Guerra Mundial, pero es la Alemania de Camba, el primer gran periodista del siglo xx. Sus brevísimos y acerados artículos conspiran unánimemente contra la solemnidad y el lugar común y son un prodigio de observación y naturalidad, además de encerrar siempre una inmensa carga humorística de raíz hondamente galaica. A Camba, a todo Camba, pero en especial al primero, el más bien humorado y el más escéptico, puede seguir, tras casi 100 años, leyéndosele como lo que es, un escritor plenamente actual, un escritor de nuestro tiempo.
Julio Camba Andreu (Vilanova de Arousa, 1884-Madrid, 1962) fue durante la segunda y tercera década del siglo XX uno de los más singulares corresponsales extranjeros que haya tenido nunca la prensa española. Su maestría no ha dejado de ser elogiada por escritores tan distintos y variados como Miguel Delibes, Francisco Umbral, Cándido, Manuel Vicent o Antonio Muñoz Molina. A los dieciséis años se escapó de casa y llegó hasta Buenos Aires. Allí se introdujo en los círculos anarquistas y redactó incendiarias proclamas y panfletos. Al final fue deportado del país junto con otros anarquistas. De regreso a España empezó a colaborar en la prensa local gallega y en publicaciones revolucionarias del Madrid de comienzos de siglo, y su prosa no tardó en ocupar las columnas de los más importantes periódicos (El País, España Nueva, La Correspondencia de España, El Mundo, La Tribuna, ABC, El Sol, Ahora?).
De sus quince libros publicados, siete son crónicas de viaje para diversos periódicos: Playas, ciudades y montañas (Galicia, París y Suiza), Londres, Alemania (los tres de 1916), Un año en el otro mundo (1917) (Nueva York), La rana viajera (1920) (España), Aventuras de una peseta (1923) (Alemania, Londres, Italia y Portugal) y La ciudad automática (1932) (Nueva York de nuevo).
Esta edición se presenta con un prólogo de Francisco Fuster y en ella se recogen las crónicas publicadas originalmente entre mayo de 1912 y enero de 1913 en La Tribuna, y, a partir de esta fecha y hasta marzo de 1915 en ABC.
Considerado una de las plumas imprescindibles de nuestro país, Julio Camba (Villanueva de Arosa, 1884)
forjó con el tiempo un estilo inimitable que confirió al periodismo rango de literatura. Desempeñó su labor para distintas cabeceras, entre las que cabe mencionar el Diario de Pontevedra, España Nueva, El Imparcial y ABC. Fue corresponsal en Estambul, Londres, París y Nueva York, y siguió de cerca acontecimientos como la Primera Guerra Mundial y el crack de 1929. Entre sus obras destacan El matrimonio de Restrepo (1924), Sobre casi todo (1927), Sobre casi nada (1927), La casa de Lúculo (1929), La ciudad automática (1932) y Aventuras de una peseta (1923), estas dos últimas publicadas en esta misma colección. Julio Camba murió en 1962 en la habitación 383 del hotel Palace de Madrid.