Ya sean aves de paso o habituales de nuestros huertos y jardines, nos serán muy útiles además de aportar biodiversidad, vida y belleza. Comen insectos y orugas perjudiciales... ayudan a crear un equilibrio. Herrerillos, currucas, mosquiteros, colirrojos, abubillas, ruiseñores, chochines, petirrojos... Tantas y tan preciosas auxiliares amenazadas por los plaguicidas y por la destrucción de su hábitat. Con los experimentados consejos del autor sobre setos y árboles juiciosamente elegidos, y si fuera necesario con nidos bien situados (incluye planos), sabremos acogerlas para que con su canto y su actividad ayuden a mantener el lugar en armonía.
Naturalista y fotógrafo, tras años de observar a las aves en plena naturaleza diseñó un espacio (www.gillesleblais.com) acogedor tanto para los humanos como para la flora y la fauna silvestres. Ha sabido fotografiar hermosas estampas y, además, anotar valiosa información de cuáles son sus hábitos, su alimentación y tiempo de cría, en definitiva, sus necesidades y modos de vida de manera que al maravillarnos lograremos comprender que somos una especie en medio de las otras. Es autor de varios libros, entre otros Mon jardin paradis, Ma haie, refuge de biodiversité y La vie secrète de ma mare, una aportación para que como hortelanos o jardineros podamos favorecer la biodiversidad que también nos es esencial.
