«Hombro a hombro con los revolucionarios, yo, que no lo era, luché contra el fascismo con el arma de mi oficio. No me acusa la conciencia de ninguna apostasía. Cuando no estuve conforme con ellos, me dejaron ir en paz».Manuel Chaves Nogales escribió A sangre y fuego en 1937 desde su exilio francés, después de haberse convencido de que ninguna justicia ni ningún progreso podría venir tras un conflicto que en tan solo un año había embrutecido a la sociedad española, víctima y victimaria de la violencia más extrema. Los relatos que componen la obra constituyen uno de los testimonios más estremecedores de cuantos nos han llegado, pero quizá también el más original, no solo por su prosa brillante, sino porque su autor, que no conoció otra filiación que la de ser (en sus propias palabras) un «pequeño burgués liberal», no entregó su lealtad a ninguno de los contendientes.
Como afirma en su introducción Andrés Trapiello: «Chaves, que conocía como periodista el valor de las pruebas en el escenario del crimen, se apresuró a dejarnos su testimonio antes de que nadie pudiera eliminarlas o manipularlas. Su mérito fue advertir y denunciar antes que nadie la semejanza del terror, que estaba siendo igual en uno y otro bando».
Manuel Chaves Nogales (1897-1944) nació en Sevilla. Se inició muy joven en el oficio de periodista, primero en su ciudad natal y más tarde en Madrid. Entre 1927 y 1937, Chaves Nogales alcanzó su cénit profesional escribiendo reportajes para los principales periódicos de la época, y ejerciendo, desde 1931, como director de Ahora, diario afín a Manuel Azaña de quien Chaves era reconocido partidario.Al estallar la guerra civil se pone al servicio de la República y sigue trabajando como periodista hasta que el gobierno abandona definitivamente Madrid, momento en el que decide exilarse en Francia. La llegada de los nazis, que describiría magistralmente en el ensayo La agonía de Francia, le obligó a huir a Londres, donde falleció a los 47 años.Además de brillante periodista es autor de una espléndida obra literaria entre la que destacan sus libros sobre Rusia: los reportajes La vuelta al mundo en avión. Un pequeño burgués en la Rusia roja (1929), Lo que ha quedado del imperio de los zares (1931) y El maestro Juan Martínez que estaba allí (1934); la biografía Juan Belmonte, matador de toros, su vida y sus hazañas, su obra más famosa, considerada una de las mejores biografías jamás escritas en castellano; y A sangre y fuego. Héroes, bestias y mártires de España (1937), impresionante testimonio de la guerra civil donde denuncia las atrocidades cometidas por ambos bandos con una lucidez sorprendentemente adelantada a su tiempo.