Buscando la libertad encontré algo que no buscaba. A mí misma. Comencé a fluir con
la vida, y con ella mis textos fluyeron. Mientrascompartía lo que escribía muchos
empezaron a mirar a través de misojos. Escribir el camino no es fácil, nunca esperas lo
que la vida tiene preparado para ti. Ahora sé que hay días malos, muy malos, pero
también hay muchos buenos. Y todos los he guardado aquí.
Alfinal todos miramos la vida con los mismos ojos. En nuestra mirada,como en la
prosa de este libro, va esa incertidumbre entre lo quequeremos y lo que debemos
hacer. Todos guardamos nuestros días enuna maleta donde se esconde la continua
duda del qué pasará. Quees tan incierta como bonita a la vez. Este libro es para que lo
guardes en esa maleta, para siempre. Y cada vez que los releas con tus ojos vuelvas a
sentir que puedes mirar a través de los míos.
A la altura justa de tus ojos.