Los sueños, obras satiricómicas, compuestas entre 1606 y 1623, son narraciones de inspiración Lucianesca donde se pasa revista a diversas costumbres, oficios y personajes populares de su época. Estos son El sueño del juicio final, El alguacil endemoniado, El sueño del infierno, El mundo por dentro y El sueño de la muerte, conocido también como la visita de los chistes. En los Sueños, Francisco de Quevedo hace una sátira de las distintas profesiones o estados sociales: Juristas, médicos, carniceros, hidalgos, poetas, astrólogos, para terminar hablando de los malos practicantes de las distintas religiones. Entran entonces en escena Mahoma, Lutero y Judas.
Cortesano y estudioso de los clásicos, de su inteligencia superdotada, unida a una agudeza verbal asombrosa, salieron obras cumbre del Barroco como Historia de la vida del Buscón o Sueños. Su agitada trayectoria vital (1580-1645) contó con disputas literarios, pleitos e intrigas políticas por las que pasó cuatro años en la cárcel, acusado de "infiel", "enemigo del Gobierno y murmurador de él", y "confidente de Francia y correspondiente de franceses", cargos que Quevedo nunca reconoció.