SANCHEZ-OSTIZ, MIGUEL
Las mudanzas y los cambios en nuestro paisaje cotidiano son una buena ocasión para reparar en que tal vez no sea más tarde de lo que pensamos, pero sí que en los negocios del vivir no hay tiempo que perder. Con paisaje del alma o sin él, con casa de la vida o sin ella, el camino nos espera, la intensidad del vivir no admite tregua.
En estas páginas desfilan/pasan, los días invernales de Bucarest, una ciudad entre oriente y occidente, con nieve en las calles y bandadas de cornejas en el cielo de sus atardeceres; bisericas oscuras, casinos, ruinas, sinagogas y cementerios recónditos. Y tras las calles de Mircea Eliade, Sebastian y Manea, las de Valparaíso, esa ciudad que inventó, dicen, Pablo Neruda; el puerto de los personajes de Salvador Reyes, del cineasta Raúl Ruiz, de Aldo Francia y Joris Ivens, la niebla y el mugido de las sirenas de los buques; y al cabo de sus escaleras interminables las huellas de las botas de Robert Louis Stevenson, en su vitrina del museo de Edimburgo, la ciudad de la que salieron sus ladrones de cadáveres, su doctor Jeckyll y su mister Hyde, y en la que también echó a andar el doctor Watson, tras los pasos de Sherlock Holmes.
Estas páginas dan cuenta de mudanzas, viajes, de escenarios de pasiones literarias y no literarias, pesquisas, hallazgos, encuentros intensos. Un recuento de cosas vistas y de episodios vividos con la guía de que aquello que concierne a la intensidad de la propia vida, no admiten aplazamientos.
Miguel Sánchez-Ostiz nación en Pamplona en 1950. Novelista, articulista y poeta, es autor de diarios, ensayos y obras de crítica literaria. Su trayectoria prolífica y variada, viene avalada por más de una cuarentena de títulos. Entre sus novelas destacan títulos como El pasaje de la luna, Tánger-Bar, La gran ilusión, Un infierno en el jardín, Las pirañas, No existe tal lugar, La flecha del miedo, El corazón de la niebla, En Bayona, bajo los porches y La marca del cuadrante (1979-1999), recopilación de toda su obra poética. Todas ellas merecieron el reconocimiento general de la crítica e importanes distinciones, como el Premio Herralde de Novela en 1989, el Euskadi de Literatura en 1990 y el Premio NAcional de la Crítica en 1998.
Sus últimas obras publicadas han sido Liquidación por derribo (Diarios 1999-2000) y las novelas El piloto de la muerte y La nave de Baco. En 2001 fue galardonado con el Premio Príncipe de Viana de la Cultura en reconocimiento a su trayectoria literaria.