Muchos lectores de poesía ya están familiarizados con títulos tanto del Rilke más simbolista y tendente a la objetivación de la lengua del poema Nuevos poemas, I y II (19071908) como del más ambicioso, metafísico y visionario Elegías de Duino y Los sonetos a Orfeo (1922). Resulta habitual dividir la producción rilkeana entre esas dos etapas y olvidar los años transcurridos entre ellas. No obstante, Rilke nunca dejó de escribir poemas durante aquel largo periodo: a veces, se trata de deliciosas notas manuscritas en el cuaderno que siempre llevaba en su bolsillo. otras, de poemas más elaborados que engrosan incluso ciclos intermedios para los que el autor planeó una publicación finalmente malograda: es el caso de los Poemas a la noche, así como de una suerte de cuaderno complementario a las Elegías de Duino. Se ha llegado a decir que, si Rilke hubiera llevado a imprenta un conjunto compuesto por estos poemas, hoy contaríamos un título más entre los que consideramos poemarios de obligada lectura del siglo pasado. Este volumen pone en manos del lector una amplia y selecta muestra de esta extensa etapa oscura del poeta.
Nació en Praga, Bohemia, República Checa (en aquellos años Imperio Austrohúngaro) en 1875 y murió el 29 de diciembre de 1926, en Val-Mont, Suiza. Es considerado por la crítica uno de los escritores más importantes del siglo XX. Escribió su obra fundamentalmente en alemán, si bien es autor asimismo de varias obras en francés. Sus obras fundamentales son, en poesía, las Elegías de Duino y los Sonetos a Orfeo y en prosa Cartas a un joven poeta y Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. En 1912 visitó España (Toledo, Córdoba, Sevilla) y recaló en Ronda, donde residió durante dos meses y donde trabajó en la sexta de las Elegías de Duino. Al término de la I Guerra mundial se trasladó a Suiza y allí, en 1924 y en el cantón de Valais, empezó la redacción de sus poemas franceses, Vergeles y Cuartetos valaisianos, publicados en 1926, y Las rosas que no aparecería hasta después de su muerte, en 1949.