Ingmar Bergman reconstruye inmisericordemente la turbulenta relación de sus padres y firma así una de las cumbres de la literatura nórdica.
«"La buena voluntad" cambió mi manera de comprenderme a mí mismo y la de comprender a mi familia, en particular a mi padre. También fue importante para mi obra. De hecho, llamé Henrik al protagonista de mi primera novela y escribí doscientas páginas acerca de cómo se conocieron sus padres, con el libro de Bergman como modelo. Desde entonces he vuelto a la trilogía varias veces, la última hace unos pocos meses, y puedo decir sin temor a equivocarme que no he leído nada mejor, nada que se le pueda comparar, en todos estos años». Karl Ove Knausgård
Ignmar Bergman, cineasta y hombre de teatro sueco, ha pasado a ser ya todo un mito en la historia del cine mundial. Pero pocos son los que saben que se casósiete veces, que tuvo ocho hijos, que mantuvo numerosas relaciones amorosas, algunas célebres, y que se codeó, entre otros, con gente como Greta Garbo, Chaplin o Ingrid Bergman. Y casi nadie sabía antes de leer estas memorias cómo, a muy temprana edad, se instalóel miedo en su alma, cómo descubrió, deslumbrado, el cine, con quéproblemas tuvo que enfrentarse como artista y realizador, cómo amóa las mujeres a quienes más amóy cómo la figura de su padre, pastor luterano, marcógravemente toda su existencia ?y parte de su obra. Al lector le sorprenderácon quéespecial sensibilidad de escritor y con cuánta conmovedora sinceridad ha sabido Bergman narrar éstos y otros episodios de su dilatada vida.