Pocos meses antes de ser asesinado, pidieron al Mahatma Gandhi que resumiera su mensaje para el mundo. Durante años, Gandhi pasó un día la semana en silencio, sin que importara cuántas personas habían acudido para encontrarse con él. El día que le hicieron aquella pregunta era una de esas "jornadas de silencio", de modo que tomó un lapicero, escribió unas palabras y entregó el papel en el que había escrito: «Mi vida es mi mensaje». Nacido en 1869 en Porbandar (Guyarat), India, la vida de Gandhi estuvo marcada por su lucha en favor de la verdad y la no violencia. Fue asesinado el 30 de enero de 1948, en Delhi, por un fanático hindú. Reconocido como uno de los grandes espíritus del siglo XX, y líder del movimiento por la independencia de la India, definió la práctica moderna de la no violencia, combinando la ética del amor con un método práctico de justicia social. Su filosofía estaba enraizada en una profunda espiritualidad. Para él, la lucha por la paz y la justicia social se remitía, en última instancia, a la búsqueda de Dios. Estos escritos revelan el corazón y el alma de un hombre cuya vida y cuyo mensaje tienen una especial relevancia para cuantos en nuestros días buscan una espiritualidad. JOHN DEAR es jesuita, autor de varios libros y veterano de muchas campañas no violentas. La Editorial Sal Terrae ha publicado su edición de los escritos de Henri Nouwen sobre paz y justicia, titulada El camino hacia la paz.
El escritor indio Salman Rushdie comentaba en un artículo sobre la personalidad de Gandhi que su nombre completo, Mohandas Karamchand Gandhi (1869-1948), podía ser traducido literalmente como Esclavo de la acción, tendero de la fascinación por la Luna, para afirmar a continuación que el líder indio era un personaje tan rico y astuto como sugiere ese glorioso nombre. Su pasión por combinar el compromiso político y social con la búsqueda espiritual de un camino a lo sagrado le llevó a construir una de las experiencias políticas más influyentes del pasado siglo. El nuevo paradigma de la satyagraha o lucha no violenta gandhiana en Sudáfrica e India y su difusión por diversos movimientos políticos y sociales en el mundo entero desde la segunda mitad del siglo XX ha incorporado la lucha no violenta a la memoria cultural colectiva de la humanidad. Gandhi también fue un reformador político y social muy crítico con la obsesión materialista de la civilización occidental, siempre comprometido con la defensa de los derechos de los más desfavorecidos.