Toledo, 1560. El matemático lombardo Juanelo Turriano, antiguo relojero del emperador Carlos V, se propone llevar a cabo su sueño más ambicioso: la construcción de un ingenio para conducir agua desde el río Tajo al Alcázar de Toledo, aun cuando deba financiar el experimento con su propio dinero. Veinticinco años después, el rey envía a su arquitecto Juan de Herrera para supervisar las obras de reconstrucción del Alcázar y los castillos de agua de Turriano, pero éste, amigo de Turriano, tiene por delante otro cometido: averiguar el destino de don Antonio, un soldado autómata invencible, cuyo diseño es codiciado por todos y fuente de problemas para su inventor.
Antonio Lázaro ha publicado relatos, novela y crítica literaria. Sus ficciones suelen decantarse hacia la exploración de aspectos ocultos de la realidad: de hecho, el fantástico es su género predilecto. Ganador de los Premios Fernando de Rojas y Don Quijote, su anterior novela, El Club Lovecraft, propone en un ?thriller? trepidante la búsqueda de un libro prohibido de cuya localización depende la suerte del mundo. En estas Memorias de un hombre de palo, tras el tapiz de una trama histórica, la construcción de los famosos ingenios del agua que Juanelo Turriano alzó en la ciudad de Toledo, se desentrañan algunas claves iniciáticas del Imperio español en su momento cenital y se desarrolla, en un escenario con intrigas pero también con lances de amor y de amistad, la famosa leyenda del Hombre de Palo, ese autómata inventado por el gran relojero lombardo, un auténtico Leonardo al servicio de la monarquía española. Sus ficciones suelen decantarse hacia la exploración de aspectos ocultos de la realidad.