ENRIQUE IBÁÑEZ VILLEGAS
Los poemas del caminante, concebidos a modo de memoria, iniciaron su andadura a las puertas del nuevo siglo, tras los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001. Son poemas testimoniales de pérdidas, dudas e incertezas, en un mundo inconsistente en pleno derrumbe de convenciones políticas, sociales y culturales. En la obra, el poeta intenta asumir su compromiso y derrota, desmintiendo cualquier idea de destino o azar. Intenta entender la turbulenta marcha de caos y destrucción que le rodea, y cuyos valores cambiantes y confusos se expanden por el mundo, sin perdón ni sentido, como rencorosas gotas de aceite sobre un cuaderno roto. Difumina en su avance la desolación y el dolor que causan a las más indefensas criaturas de esta maltrecha especie humana.
Enrique Ibáñez nació en un barrio de \"raqueros\" de Santander. Tras finalizar los estudios de Ingeniería Técnica en Química Industrial se trasladó a Londres para estudiar teatro, donde vivió tres años. Posteriormente regresó a España, donde estudió interpretación en el Institut del Teatre, en Barcelona. Ha trabajado como profesor de teatro y movimiento en su propia escuela, Gente de Teatro, de Barcelona, durante más de veinte años. Entre las obras de teatro dirigidas cabe destacar La señora de Sade, de Yukio Mishima, con la que recibió una mención especial a la dirección, y las actrices recibieron el premio de interpretación en el Certamen de Teatro Juvenil de la Generalitat de Catalunya, en 1990. Y Las criadas, de Jean Genet, premio a la escenografía en el mismo certamen, en 1991. Durante tres años dirigió la sala de teatro EL REC, en Barcelona. Desde hace seis años programa en Barcelona un ciclo de actividades poéticas amparadas bajo el nombre "A golpes de Voz\".