Perdido en la jungla de la vida, Hipólito está en crisis. Las razones son las de todo hijo de vecino (su novio le ha dejado, el trabajo no funciona, se da cuenta de que ha vivido demasiado tiempo en la mala fe y los años se le escapan) pero amplificadas por sus notables instintos dramáticos. Como a tantos otros, en el cine y fuera de él, La Vida le ha lanzado a la charca y su primera reacción es disponerse a arrastrar una existencia póstuma el resto de sus días. El encargo de escribir una guía gay sobre Londres le sirve cíe punto de partida para redescubrir el mundo que le rodea, pero también para comprobar que lo que necesita es que le guíen. Afortunadamente, Hipólito no está solo. Tiene a sus compañeras de piso. Tiene su sentido del humor. Le acompaña la profunda filosofía de los musicales de Broadway. Y, por supuesto, están todos esos hombres, ahí, en la (húmeda) oscurídad. Mientras la guía progresa, La Vida se interpone entre él y su intento de adoptar cierta distancia frente a la realidad. sus investigaciones por los humedales de Londres se impregnan de experiencia. Y, como Jane Wyman en aquel melodrama de Sirk, es rescatado por un ecologista con camisa a cuadros. El resto es un bolero. En Londres para corazones despistados aparece el espíritu de la Sweet Charity de Fosse, del Woody Allen de Manhattan y de las neurosis de Bridget Jones para demostrar, por si quedase alguna duda, que es la vida la que imita al cine.
Alberto Mira (Alzira, 1965) es profesor de cine en la Oxford Brookes University, donde da clases sobre análisis, narrativa y estrellato. Ha publicado trabajos sobre historia de las culturas homosexuales, teatro español contemporáneo, cine español, literatura, cine y teatro musical y teoría de género en España, Estados Unidos, Gran Bretaña y Argentina. Entre sus principales libros destacan De Sodoma a Chueca y Miradas insumisas, un ensayo sobre la mirada queer y el cine (ambos en Egales), y el popular diccionario de cultura gay y lésbica Para entendernos.