Las guerras de Picasso, de Eduardo Pons Prades, centrado en la figura del pintor malagueño nos ofrece la faceta del hombre comprometido y de su amor por la República. En un despliegue apasionante de anécdotas y recuerdos, el autor se adentra en la intimidad del artista y en el amor por los perdedores de este hombre irrepetible, que desbarató con su genio la historia del siglo xx, hasta convertirlo en «el siglo de Picasso». Y aunque resulte extraño que un anarquista como Pons Prades hable de un comunista circunstancial como Picasso, nadie como él ha sabido hacerlo con tanta admiración y respeto. Ese respeto que tan a menudo falta entre los historiadores españoles de uno y otro bando. Los dos bandos que, en palabras del poeta León Felipe, no existieron nunca, porque «en España no hay bandos, sólo una hacha, terrible homicida, que ha afilado el rencor». Varios fueron los encuentros que Eduardo Pons Prades mantuvo con Picasso. De éstos, y de su admiración y respeto por el malagueño, trata el libro que ha indagado en algunos de los aspectos menos conocidos del compromiso político del pintor.
