Levaduras, mohos y líquenes están más emparentados con los seres humanos que con las plantas; de hecho, compartimos con ellos casi una cuarta parte de nuestros genes. Y aunque abundan en el aire que respiramos y el polvo que pisamos, apenas sabemos nada sobre cómo viven o por qué son tan esenciales para toda la vida de la Tierra.A través de pasajes sumamente gráficos, Keith Seifert describe cómo los hongos liberan el carbono de las plantas para hacer que sea accesible al resto de organismos, cómo ayudan a transmitir información entre árboles y a fabricar medicamentos que nos cambian la vida. Con ellos fermentamos cervezas y vinos y añadimos el sabor umami y vitaminas del complejo B a los alimentos que consumimos. Y, sin embargo, las enfermedades y toxinas fúngicas también matan a más de un millón de personas cada año.¿Cómo mejorar el equilibrio que debemos mantener con estos primos microbianos? El reino escondido anima a conocer mejor la compleja relación que mantenemos con los hongos y a planificar nuestro futuro teniéndolos siempre en cuenta.
KEITH SEIFERT ha dedicado más de cuarenta años al estudio de los hongos en cinco continentes. Desde la institución Agriculture and Agri-Food Canada investigó los hongos microscópicos tanto en granjas, bosques o alimentos como en entornos urbanizados, con el objeto de reducir las toxinas y enfermedades que afectan a plantas y animales. Ha sido presidente de la Asociación Micológica Internacional (IMA) y editor ejecutivo de la revista científica "Mycologia", y también subdirector de diversas publicaciones especializadas. Vive cerca de Otawa, Canadá.
