Para Karl Popper la razón fue siempre la única defensa contra la violencia. La racionalidad es la disposición a aprender de nuestro errores. La búsqueda del conocimiento objetivo ha sido el último paso en la evolución de la especie humana. En este libro, Popper vuelve a tratar de manera extremadamente clara algunos de los temas más importantes de su obra: la distinción entre la realidad física (mundo 1), los estados mentales (mundo 2) y los productos de la inteligencia humana (mundo 3). la descripción de la vida como una continuada resolución de problemas. la teoría de la evolución emergente. el juego de las conjeturas y las refutaciones... Estos temas se articulan alrededor de un peliagudo problema: la relación mentecuerpo. Popper estudia la función de la conciencia y su relación con el lenguaje, y defiende la interacción de los fenómenos físicos y los mentales. El centro del habla es el lugar donde el yo y el cerebro interactúan. El texto recoge las conferencias dictadas en la Universidad de Emoriy en 1969, así como las discusiones que las prolongaron, con lo que se mantiene la viveza, la frescura y el interés de la situación original.
(1937-1945) Sir Karl Raimund Popper fue un filósofo, sociólogo y teórico de la ciencia nacido en Austria y posteriormente ciudadano británico. Estudió filosofía en la Universidad de Viena y ejerció más tarde la docencia en la de Canterbury de Nueva Zelanda y en la London School of Economics de Londres (1949-1969). Aunque se posiciona próximo a la filosofía neopositivista del Círculo de Viena, llevó a cabo una importante crítica de algunos de sus postulados. Acusó de excesivamente dogmática la postura de dividir el conocimiento entre proposiciones científicas, que serían las únicas propiamente significativas, y metafísicas, que no serían significativas. Para Popper, bastaría con delimitar rigurosamente el terreno propio de la ciencia, sin que fuera necesario negar la eficacia de otros discursos en ámbitos distintos al de la ciencia. Popper también es el artífice de la corriente epistemológica del falsacionismo. Para Popper, constatar una teoría significa intentar refutarla mediante un contraejemplo. Si no es posible refutarla, dicha teoría queda corroborada, pudiendo ser aceptada provisionalmente, pero nunca verificada.