Escrita en forma de un largo monólogo, El corazón de las tinieblas es a la vez una sátira de los abusos de la colonización europea en el corazón del África negra y una alegoría moral de la degradación del ser humano ante las fuerzas corruptoras de la naturaleza salvaje. Símbolo de esta degradación, que sumirá a una mente brillante en las tinieblas de la locura, es el agente Kurtz (el coronel Kurtz, interpretado por Marlon Brando en la película Apocalypse Now de Francis Ford Coppola, basada en esta novela), cuyo deseo insaciable de riqueza y de poder le llevará a arrastrar impávido el horror y la abominación de una barbarie ancestral. Una travesía frenética en el corazón de un continente hostil y devastado, donde la oposición entre civilización y barbarie adoptará sus formas más funestas y destructivas. «El corazón de las tinieblas trasciende la circunstancia histórica y social para convertirse en una exploración de las raíces de lo humano, esas catacumbas del ser donde anida una vocación de irracionalidad destructiva que el progreso y la civilización consiguen atenuar pero nunca erradicar del todo.» MARIO VARGAS LLOSA
Joseph Conrad (Józef Teodor Konrad Korzeniowski, 1857-1924) De origen polaco, perdió a sus padres cuando era niño y con sólo 17 años se embarcó por primera vez en Francia para iniciar su aprendizaje en la marina mercante. En 1886 obtuvo la nacionalidad británica y, ocho años después, abandonó la marina para dedicarse en exclusiva a la literatura. Pronto se convirtió en uno de los escritores fundamentales de la literatura inglesa, con grandes éxitos como El negro del Narcissus, El corazón de las tinieblas, Lord Jim, Tifón, El agente secreto, Victoria y Entre la tierra y el mar (Belacqva, 2006), entre otros. Cuando murió, había tenido tiempo de contrabandear armas para los revolucionarios carlistas en España, de viajar desde el archipiélago malayo hasta la costa caribe de Colombia, de tener dos hijos y escribir más de veinte libros, de ser admirado por Henry James y por André Gide, de negarse a recibir los máximos honores de la Corona Británica y de cambiar para siempre el arte de la novela.