El mal y el hombre fueron las dos cuestiones primeras que planteó Adolphe Gesché en su dogmática Dios para pensar. Tras ellas, el turno le llega a Dios.
Aunque actualmente se debate con ardor sobre el contenido real o ficticio que se esconde tras la palabra «Dios», nadie duda de que dicho vocablo existe. Más aún, esta palabra semeja una de esas medallas antiguas, gastadas por el tiempo, que casi tienen borrada aquella inscripción que un día no muy lejano estuvo cargada de pleno sentido.
Y es en este punto donde tal vez convenga recordar la máxima de Platón sobre las cosas en las que merece la pena gastar el tiempo en esta vida. Así, el discípulo de Sócrates comentaba a los jóvenes de su tiempo: «Lo más importante es pensar correctamente (orthós) a propósito de los dioses» (Leyes X, 888 a-b).
Más de dos mil años después, la revolución antropológica ha invitado a volverse hacia el hombre para intentar encontrar en él la huella de Dios. Pero, vistos sus resultados, tal vez sea de más provecho buscar a Dios en su lugar natal allí donde el hombre ha luchado con Él para aprender de Dios mismo quién es en verdad.
Adolphe Gesché nació en Bruselas el año 1928. Sacerdote diocesano, doctor y maestro en teología, perteneció a la Comisión Teológica Internacional. Desempeñó su magisterio en distintos centros de estudio, especialmente en la Facultad de teología de la Universidad católica de Lovaina, en Lovaina la Nueva. Murió el año 2003.
Adolphe Gesché nació en 1928 en Bruselas. Sacerdote diocesano, doctor y maestro en teología por la Universidad católica de Lovaina, fue profesor de teología en el seminario de Malines y Bruselas y en la Escuela de ciencias religiosas y filosóficas de las facultades universitarias de St.-Louis (Bruselas). Posteriormente ejerció la docencia e investigación en la Facultad de teología de la Universidad católica de Lovaina, en Lovaina-la-Nueva. Murió el año 2003. Entre sus obras podemos citar Odyssée de la théodicée, 1989; Notre terre, demeure du Verbe de Dieu, 1990; Du dogme comme exégèse, 1990; Porquoui je crois en Dieu, 1990; Dios como prueba del hombre, 1991; Le croyant et lénigme, 1991; Ministerio de verdad, 1992; Dios para pensar: El mal, 1995; El hombre, 1995; Dios, 1997; El cosmos, 1997; El destino, 2001; Jesucristo, 2002; El sentido, 2003.