El Cristo Cósmico, el Ser de Luz que ha descendido a nuestro planeta en diferentes personalidades, con diferentes nombres, para instruir, guiar y conducir a nuestra humanidad hacia la Luz, a lo largo de su historia evolutiva, descendió últimamente en la personalidad de Jesús de Nazaret para anunciarnos que se acercaban los tiempos de cambio evolutivo, profetizados en las escrituras bíblicas como el final de los tiempos y traernos la gran aportación de amor necesaria para que la humanidad se preparara para dicho cambio. Pero, su mensaje de amor puro no fue comprendido en aquel entonces y le dieron muerte, que aceptó por amor a la humanidad. este amor incondicional permitió su resurrección, y de ella dejó testimonio para las generaciones futuras con la imagen que se formó en su lienzo mortuorio en el momento de su resurrección. Actualmente, el Cristo Cósmico vuelve en Espíritu, a nuestro mundo, vuelve para el despertar de las conciencias profundamente dormidas en el nivel del materialismo. vuelve en sus distintas personalidades porque este despertar es a nivel universal, y vuelve con el estandarte de su lienzo mortuorio que, también a nivel universal, es testimonio de resurrección, de amor y de vida. y en él ha dejado su puro amor concentrado para ofrecer a nuestra humanidad la paz, protección y guía que en estos momentos de confusión tanto necesita, y para ayudarnos a potenciar nuestra vibración de amor, de manera que nos sea posible realizar el ascenso evolutivo que nos señala el actual cambio hacia un nuevo y superior nivel de conciencia.
