Este libro revela la lucha de la autora con sus temas recurrentes (la injusticia, la ambigüedad moral, la cuchilla de la crueldad en el corazón de las relaciones humanas) de una forma mucho más desnuda que en sus novelas. Crímenes bestiales presenta un puñado de historias de venganza, en las cuales perros, cabras, elefantes y cerdos sometidos devuelven el golpe a sus amos maltratadores. Relatos breves que nos animan a alinearnos con las bestias en lugar de con los humanos.
Nació en Fort Worth (Texas) en 1921, aunque al poco tiempo su madre se la llevó a Nueva York.
Su amor por la escritura fue muy intenso desde su juventud, así como por la lectura. En 1942 se graduó en Barnard College y a los 24 años empezó a publicar relatos en la revista Harper's Bazaar. En 1950 vio la luz su primera novela, Extraños en un tren, con la que saltó a la fama gracias a la adaptación cinematográfica de Alfred Hitchcock, aunque sus novelas más conocidas serían las protagonizadas por el fascinante Tom Ripley, también llevado al cine en varias ocasiones. Hasta su muerte, publicó numerosas novelas y relatos, centrados la mayoría en la psicología de personajes perturba dores. Por diversos motivos, tanto personales como ideológicos, en 1963 abandonó Estados Unidos y se trasladó para siempre a Europa, donde residió principalmente en el Reino Unido y en Francia. Sus últimos años los pasó cerca de Locarno (Suiza) y allí falleció en 1995.