Noa Chomsky descolla en dos campos interdependientes: la lingüística y el análisis crítico de la política y de los medios de comunicación. Este último abre los ojos del gran público al poner al descubierto las oscuras conductas de los gobiernos y de la prensa. Su mensaje es simple: las grandes corporaciones manejan países, partidos políticos, y los medios ocultan esto para su supervivencia.