Introducción.
I. El compromiso ecuménico de la Iglesia católica.
El designio de Dios y la comunión.
El camino ecuménico: camino de la Iglesia.
Renovación y conversión.
Importancia fundamental de la doctrina.
Primacía de la oración.
Diálogo ecuménico.
Estructuras locales de diálogo.
Diálogo como examen de conciencia.
Diálogo para resolver las divergencias.
La colaboración práctica.
II. Frutos del diálogo.
La fraternidad reencontrada.
La solidaridad al servicio de la humanidad.
Convergencias en la palabra de Dios y en el culto divino.
Apreciar los bienes presentes en los otros cristianos.
Crecimiento de la comunión.
El diálogo con las Iglesias de Oriente.
Reanudación de contactos.
Iglesias hermanas.
Progresos del diálogo.
Relaciones con las antiguas Iglesias de Oriente.
Diálogo con las otras Iglesias y Comunidades eclesiales en Occidente.
Relaciones eclesiales.
Colaboraciones realizadas.
III. Quanta est nobis via?
Continuar intensificando el diálogo.
Acogida de los resultados alcanzados.
Continuar el ecumenismo espiritual y testimoniar la santidad.
Aportación de la Iglesia católica en la búsqueda de la unidad de los cristianos.
El ministerio de unidad del Obispo de Roma.
La comunión de todas las Iglesias particulares con la Iglesia de Roma: condición necesaria para la unidad.
Plena unidad y evangelización.
Exhortación.
Este documento es una carta encíclica de Juan Pablo II que llama a la unidad de los cristianos y a un mayor esfuerzo ecuménico. En él, se hace un énfasis especial sobre los compromisos de la Iglesia para lograrlo por medio del diálogo, instrumento que llevará a la total unión de la comunidad cristiana.
«¡No tengáis miedo! ¡Abrid de par en par las puertas a Cristo!», fueron las primeras palabras de Karol Wojtyla al ser elegido Papa el 16 de octubre de 1978. Adoptó el nombre de Juan Pablo II, y tras veinte años de pontificado se le considera uno de los Papas más grandes de toda la historia de la cristiandad. Nacido en Wadowice (Cracovia, Polonia) el 18 de mayo de 1920, fue obrero y actor de teatro antes de ser ordenado sacerdote el 1 de noviembre de 1946. Posteriormente fue consagrado obispo el 28 de setiembre de 1958 y creado cardenal por Pablo VI en 1967. Apóstol incansable, ha viajado en nombre de Jesucristo por casi todos los países del mundo. Ha escrito miles de homilías, catequesis y otros documentos, así como extraordinarias cartas apostólicas y encíclicas. Su testimonio de vida e inquebrantable fe ha conmovido al mundo. A las puertas del siglo XXI es, sin duda alguna, el líder con mayor autoridad moral.