PALACIO, R.J.
Este volumen recoge tres historias que aportan nuevas perspectivas a Wonder. La lección de August: La historia de Julian, El juego de Christopher y Charlotte tiene la palabra. En ellas, cada uno de los protagonistas relata cómo conocer a Auggie cambió su vida. Y a ti, ¿quién te ha cambiado la vida? #WONDERhistorias Todos conocemos a Auggie y conocemos también su historia, una inolvidable lección de generosidad, amistad y coraje que abrió los corazones de millones de lectores de todo el mundo. Este volumen recopila tres puntos de vista sobre August: la mirada de Julian, el chico que lo acosa; la complicidad de Cristopher, su amigo de toda la vida, y la benevolencia de Charlotte, su nueva compañera del colegio. A través de ellos conoceremos otra versión de August y cómo este cambió sus vidas. Wonder. August y yo es la recopilación de tres libros conmovedores, emotivos y brillantes. Tres historias de amistad y, sobre todo, de amabilidad, que juntas conforman un tesoro para a quienes les costó despedirse de Auggie tras la lectura de Wonder. La lección de August. Descubre WONDER, el fenómeno que ya ha emocionado a 4 millones de lectores. ELIGE SER AMABLE www.lalecciondeaugust.es Reseñas a Wonder. La lección de August:
«Hazte un favor y lee este libro: tu vida será mejor.»
Nicholas Sparks «Una inolvidable y maravillosa historia de generosidad, valor y coraje.»
Kirkus Reviews «Un relato original y conmovedor que consigue abrir nuestros ojos y nuestros corazones.»
Publishers Weekly
Mientras R. J. Palacio se dedicaba a diseñar preciosas cubiertas para cientos de autores, soñaba con escribir una novela algún día. Sin embargo, le parecía que nunca llegaba el momento hasta que se dio cuenta de que lo único que tenía que hacer era empezar. Wonder. La lección de August, su primera novela, se convirtió en un fenómeno mundial que ha inspirado a másde un millón de personas. A este título le siguieroin Wonder. La historia de Julián, Wonder. El juego de Christopher y Wonder. Charlotte tiene la palabra. Cuando Palacio decidió escribir El libro de preceptos del señor Browne, pidió ayuda a sus lectores: en dos semanas, había recibido más de mil postales con preceptos procedentes de todo el mundo.