RAMACHARAKA, YOGUI
La mayoría de la gente, con independencia de la fe que profesen, temen a la muerte, les espanta su imagen y les turba su recuerdo con un terror invenci ble. Sin embargo, quienes conocen la ilusión de la muerte no experimentan tan siniestras emociones y aunque naturalmente sientan la temporánea separación del ser amado, saben que no lo han perdido para siempre, sino que tan sólo pasó a otra fase de la vida y que nada de él se ha aniquilado. Quien espere pesar. medir y calcular los fenómenos espirituales con una métrica material fracasará sin remedio, pues nunca obtendrá la prueba dese ada. Los aparatos físicos sólo sirven para los objetos físicos y el mundo espiritual tiene peculiares aparatos con que registrar sus fenómenos. Deseamos que comprenda bien este asunto quien comience a leer este libro y que sepa de antemano que no le ofreceremos ninguna prueba material, pues no hay en ninguna parte pruebas semejantes.