SWIFT, JONATHAN / FURST, SEGEI (Ilustración)
Jonathan Swift escribe esta sátira en 1729, una época en la que debido al desabastecimiento de productos de primera necesidad y las malas cosechas, la gente se moría literalmente de hambre. En este texto provocador, exquisitamente escrito y no exento de ironía, nos propone una solución razonable para acabar con la hambruna, elevar la renta del país y lo más importante asegurar el futuro de todos los súbditos del reino.
Una humilde propuesta es, formalmente, una parodia satírica indispensable para entender la obra de Swift magistralmente ilustrada por Segei Furst.
Jonathan Swift (Dublín, 1667?1745) cursó estudios en el Trinity College y se ordenó sacerdote anglicano en 1695 tras una fallida experiencia como diplomático profesional en Inglaterra. Aunque inicialmente se alineó ideológicamente con el partido liberal, sus importantes diferencias de criterio con sus compañeros de filas lo llevaron a militar en el partido tory (conservador), cuando éste logró el poder en Inglaterra en 1710. En 1713 fue nombrado deán en la catedral de San Patricio, en Dublín. Los años siguientes, hasta que perdiera sus facultades físicas y psíquicas en el último lustro de su vida, están marcados por un sentimiento de soledad y amargura personal cada vez mayor, en contraste con una fama literaria creciente y con una inmensa popularidad como defensor de la causa irlandesa. Su epitafio, escrito por él mismo, reza: «Aquí yace el cuerpo de Jonathan Swift, déan de la catedral, en un lugar en que la ardiente indignación no puede ya lacerar su corazón. Ve, viajero, e intenta imitar a un hombre que fue un irreductible defensor de la libertad.»