A los ojos de los demás, Maggie Fortenberry es sinónimo de éxito y felicidad. Pero las apariencias engañan, pues en realidad, ella ha perdido la ilusión de vivir, ya que los remordimientosdel pasado le impiden disfrutar del presente.Desde la muerte de Hazel Whisenknott, su amiga íntima y fundadora de la agencia inmobiliaria en la que trabaja, Maggie quiere dar un giro a su vida, pero en seguida se da cuenta de que es demasiado joven o demasiado vieja para según qué... De pronto da con lo que ella considera un plan perfecto.Sin embargo, los planes no siempre resultan ser tan magníficoscomo uno desea, y cuando Maggie está a punto de darse por vencida, empezará a ver la luz.se verá envuelta en un misterio que le devolverá el optimismo y le permitirá reírse de todas sus preocupaciones.A los ojos de los demás, Maggie Fortenberry es sinónimo de éxito y felicidad. Pero las apariencias engañan, pues en realidad, ella ha perdido la ilusión de vivir, ya que los remordimientosdel pasado le impiden disfrutar del presente.Desde la muerte de Hazel Whisenknott, su amiga íntima y fundadora de la agencia inmobiliaria en la que trabaja, Maggie quiere dar un giro a su vida, pero en seguida se da cuenta de que es demasiado joven o demasiado vieja para según qué... De pronto da con lo que ella considera un plan perfecto.Sin embargo, los planes no siempre resultan ser tan magníficoscomo uno desea, y cuando Maggie está a punto de darse por vencida, empezará a ver la luz.
FANNIE FLAGG Fannie Flagg nació en 1944, en la ciudad de Birmingham, en el profundo sur estadounidense. Ya en su juventud comenzó a escribir textos para la televisión local. No tardó en instalarse en Nueva York, donde empezó a escribir guiones para teatro y televisión. Sin embargo, aunque no era su intención inicial, de repente se vio actuando tanto sobre los escenarios como ante las cámaras. Como actriz intervino en numerosas series y programas de televisión, y en algunas obras de teatro y películas. Este giro inesperado la apartó de la literatura, su verdadera vocación, hasta que en 1980 decidió volver a escribir. Sus novelas supieron conectar rápidamente con el gran público. Buen ejemplo de ello son Daisy Fay y el hombre de los milagros, Bienvenida a este mundo, pequeña y, sobre todo, Tomates verdes fritos. Esta última alcanzó amplio reconocimiento: no solo fue nominada al Pulitzer como mejor novela, sino que además fue adaptada al cine y su guion, escrito por la propia Flagg, fue nominado a los Oscar.