Nueve escritores belgas aceptan el desafío de invitar a los personajes de Tintín a ser protagonistas de sus ficciones literarias y enmarcan la acción en el itinerario real que atraviesa Bruselas de una punta a otra, del castillo de Laeken al palacio de justicia. Tintín y sus amigos abandonan su espacio mítico para habitar momentáneamente en otros imaginarios literarios, sabrosos, turbulentos, irónicos, poéticos.