Teatro del desarraigo es una neodisciplina escénica en donde la conciencia, y no el influjo del entorno, es el motivo primero de los conflictos vitales. Este discernimiento genera en el sujeto autoexcluido el deseo de arraigarse dentro de un contexto imaginario diseñado por la tensión existente entre el individuo y su imagen. El personaje desarraigado» es un ser devorado por su tiempo interno, tiempo que fluctúa sin coartadas externas.