MARTÍNEZ LLORCA, RICARDO / 0 (Ilustración)
Tal vez viajar es un homenaje y un lamento, una muestra más de que el amor, también el amor por el viaje, es un conflicto entre la realidad y el deseo. A uno le hubiera gustado pasarse la vida viajando, pero el viaje no tiene sentido si no viene acompañado de belleza, y la belleza viene definida por lo que importa, que es la amistad, que es la solidaridad. De nada sirve salir de viaje si uno no se da cuenta de que la travesía de la vida supone un aprendizaje en querer y en ser querido. Tal vez viajar clama contra el viaje que sirve para figurar en redes e indaga, tras muchos años de su autor moviéndose de acá para allá con bajo presupuesto y mucho tiempo de reflexión, sobre qué es lo que nos puede salvar del turismo y el dolor del turismo.
Salamanca, 1966. Tres son sus pasiones: la literatura, el viaje, y la montaña. A partir de ellas ha construido su obra escrita, tanto en medios de prensa como en libros. Entre estos últimos se cuentan las novelas Tan alto el silencio (Debate, finalista del premio Tigre Juan), El paisaje vacío (Debate, premio Jaén), El carillón de los vientos (Alcalá), Después de la nieve (Desnivel, finalista del premio Desnivel), Hasta la frontera de mi sueño (El Desvelo) y Mi deuda con el paraíso (Desnivel). Su único libro de relatos es Hijos de Caín (Xplora) y su única experiencia en el territorio testimonial Luz en las grietas (Desnivel, premio Desnivel). En el campo de la literatura de viajes ha publicado Cinturón de cobre (Pre-textos) y Al otro lado de la luz (La línea del horizonte). Con anterioridad ya había hecho una incursión en el género de los perfiles con El precio de ser pájaro (Desnivel), pero en Eva en los mundos se adentra en las vidas de una serie de escritoras y cronistas que han llevado al cénit lo mejor de la literatura documental.