Sevilla jugó un papel fundamental en la Guerra de la Independencia. Fue sede de la Junta Suprema sevillana una vez que se produjo la "revolución santa" de mayo de 1808. Desde Sevilla se declaró la guerra a Napoleón y se estableció la paz con Inglaterra. Fue el epicentro de los grandes días de gloria que siguieron al triunfo de Bailén, que fue obra de su Junta. Sede posterior de la Junta Central, la ciudad fue capital de la España libre frente al Madrid napoleónico. Pero, tras su rendición sin lucha ante el ejército de José Napoleón I, Sevilla se convirtió en la ciudad más afrancesada de la Península. Durante dos años y medio la población convivió y colaboró con el ejército napoleónico, un asunto olvidado y silenciado pero de la mayor importancia en el pasado de la capital.
Manuel Moreno Alonso es profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Sevilla, y miembro de la International Napoleonic Society. Dedicado al estudio de la crisis de conciencia de finales del Antiguo Régimen y comienzos del Nuevo, ha desarrollado una amplia actividad investigadora sobre la época napoleónica y sobre la Guerra de la Independencia española. Entre otros libros es autor de \"La Revolución francesa en la historiografía española del siglo XIX\" (1979), \"La generación española de 1808\" (1989), \"Sevilla napoleónica\" (1995), \"Los españoles durante la ocupación napoleónica. La vida cotidiana en la vorágine\" (1997), y \"Napoleón. La aventura de España\" (2004). Autor de una biografía sobre Napoleón, \"Napoleón. De ciudadano a emperador\" (2005), prepara en la actualidad un libro sobre \"La batalla de Bailén. El surgimiento de una nación\".