Es un privilegio para nosotros firmar el prólogo de este libro. de este riguroso y documentado libro sobre una irrepetible artista y una gaditana apasionada y libre. La historia arranca en Chipiona, marinera, al lado del nacimiento de «la mar de Cádiz», vecina del Guadalquivir, «ese río que siempre quiso ser mar», con las alas al viento y los perfumes del Coto de Doñana. En esa villa abierta y tolerante nace el 18 de septiembre de 1944 Rocío Mohedano jurado. Por sus venas corre el rh positivo del arte. María Teresa Campos y Enrique Migue) Te escribo esta carta cuando en Madrid está a punto de entrar la primavera. Acabo de llegar de Chipiona para arreglar mis asuntos, tú ya sabes. Pero, Rocío, esta primavera no termina de cuajar porque tú tampoco estás aquí. [...] En estos días de tu ausencia han dicho tantas cosas locas que no voy a ser yo quien te maree repitiéndotelas ahora. Y digo yo, no fuiste tú quien le contó a todo el mundo qué era lo que tenías, cuál era tu enfermedad, que padecías un cáncer. Pues eso. Que tú serás quien diga lo que hay que decir. Juan de la Rosa