La obra del filósofo Gilles Deleuze (1925-1995) expresó siempre, de diversos modos, una incomodidad y una distancia respecto de la filosofía practicada como disciplina académica, catálogo de relaciones entre conceptos, museo de su propia historia, envase cerrado en sus propias reglas de validación. Este rechazo alimentó un sueño inconcluso, realizado solo a medias según él, y que nunca formuló de modo explícito. Para el profesor al que le hubiera gustado ?lograr dar una clase como Bob Dylan?, ese sueño llevaba el nombre de ?pop-filosofía?. ?Una buena manera de leer, hoy en día, sería tratar un libro de la misma manera que se escucha un disco, que se ve una película o un programa de televisión (...). Los conceptos son exactamente como los sonidos, los colores o las imágenes: intensidades que nos convienen o no, que pasan o no pasan. Pop-filosofía?. Antídoto contra la sacralización conceptual y el anquilosamiento de la jerga deleuziana en el presente, el filósofo contemporáneo Laurent de Sutter (1977) recupera las coordenadas de ese sueño implícito e irrealizado de una filosofía para usar, que sale de su env
Laurent de Sutter (Bruselas, 1977) es profesor de Teoría Legal en la Vrije Universiteit Brussel. Ha sido investigador invitado en universidades de Estados Unidos, Alemania y Japón. Es miembro del comité editorial de las publicaciones Law & Literature y Décalages: An Althusser Studies Journal, así como del consejo científico del Colegio Internacional de Filosofía. Su trabajo se centra en la historia cultural del derecho, en particular del nexo que relaciona ley y transgresión en la historia de la cultura jurídica europea. Es autor de varios libros que se han traducido a múltiples lenguas, y ha sido elegido, en varias ediciones, una de las cien personalidades culturales del año por las revistas Les Inrockuptibles y Technikart. Desde febrero de 2020 forma parte del consejo asesor de DiEM25, junto a figuras como Saskia Sassen, Richard Sennett, Noam Chomsky, Brian Eno, Slavoj iek o Naomi Klein.