Desde la incorporaci¢n de la Prisi¢n Permanente Revisable en Espa¤a las cr¡ticas por parte de la doctrina se han seguido sin interrupci¢n. El manifiesto firmado por m s de cien catedr ticos de Derecho Penal que se ha erigido en su contra da buena muestra de ello. La idea general por parte de los cr¡ticos consistir¡a en que una pena de esta naturaleza ser¡a, adem s de in£til, inconstitucional e impropia de un Estado de Derecho. ¨Es as¡ realmente? Con este libro pretendo ofrecer mi heterodoxa perspectiva al respecto, con la intenci¢n de mostrar al lector que, en contra del consenso casi un nime, la constitucionalidad de la PPR es, no solo defendible, sino la interpretaci¢n m s razonable. La tesis podr¡a ser resumida del siguiente modo: la PPR se distingue con claridad de la cadena perpetua y de ning£n modo puede ser descrita como un eufemismo de la misma. Al contrario, se trata de una instituci¢n penal original que deber¡a comprenderse como una pena de liberaci¢n condiciona. Esto es, una pena que exige el cumplimiento de una serie de requisitos para que el castigo impuesto sea levantado. Es evidente que una p