CARACO, ALBERT
Vivía por cortesía hacia sus padres, dice Dimitrijevic, su editor. No se mataba por atención a ellos. La madre, la Señora Madre, murió en 1963, y entonces Caraco escribió Post Mortem. El lenguaje amoroso suele ser solitario, dolido, irritado, religioso, imprevisibleméíite feliz, un cruce de disgusto y veneración, celos y comunión, desesperación y consuelo.