Cuando era más pequeño no paraba de preguntar:¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Ya cumplí 7 años y no pregunto tanto, pero no te creas, me quedan muchos porqués sin una respuesta real. Ahora leo bastante y cada vez me gusta más. Y tengo amigos y amigas que leen tanto como yo. Si te interesa saber ¿Por qué enrojecemos como tomates? la historia de Julieta, que encontró el porqué, te gustará igual que a mí. Además, ella dejó de ponerse roja por casi todo.