HURTADO DE MENDOZA, DIEGO
El granadino Diego Hurtado de Mendoza (15031575) estuvo al servicio de Carlos V en calidad de embajador de Italia. Allí creció su prestigio de humanista en contacto con los mejores hombres de letras, al tiempo que se llegaba a convertir en incansable indagador de la cultura clásica, coleccionista de antigüedades y poseedor de una magnífica colección de códices. Por la amplitud de sus intereses vitales, la obra poética de Hurtado de Mendoza difiere notablemente de las de Boscán y Garcilaso, contemporáneos en el inicio de su trayectoria. Poeta petrarquista su escritura tiene hoy dos vetas muy apreciadas: las burlas y el erotismo. La abundantísima circulación manuscrita de la poesía de don Diego ha creado un complejo laberinto textual, que ahora se clarifica ofreciendo al lector, junto a la recogida de los poemas indisputables, y de los numerosos atribuidos, criterios claros y distintos para conocer en todo momento el grado de seguridad de la autoría.