En 1935, tras un largo proceso de evaluación y fabricación, se presentaban en Alemania los que, a la postre, iban a ser los primeros de una familia de carros de combate que marcarían un hito en la historia: los denominados Panzerkampfwagen l. Su participación en la Guerra de España dejó en evidencia que, pese a ser un magnífico carro de entrenamiento, ni su coraza, ni su armamento, ni su motor, podían competir con los verdaderos carros de combate de su época. Pese a todo, se puede afirmar que su utilización en la Guerra española y en las primeras campañas de la II Guerra Mundial, fue ciertamente importante. Pero lo trascendente de este pequeño vehículo militar, fue su versatilidad a la hora de montar diferentes versiones de armas (contracarro, antiaéreas y de campaña), y servir en unidades de artillería, ingenieros y logísticas durante todo el conflicto mundial. En este libro se hace un amplio repaso de la génesis y de todas las variantes construidas, del que sería el primero de una saga de carros de combate alemanes produccto de una época convulsa: la Segunda Guerra Mundial.