Sus hermanas ya se han convertido en mariposas y Piluca todavía era una oruga, lo que la afligía y hacía que la rechazaran. Los aspectos que cabe resaltar de lo que se cuenta es que todos los procesos tienen su propio ritmo y que uno no debería olvidar nunca el pasado, como sucede con las hermanas de Piluca, que quedan tan deslumbradas por ellas mismas que pierden de vista el mundo.